Hace tiempo conocí a una chica que decía que es mejor estar sola que mal acompañada, pero no para de mirar a los chicos; que pensaba que las amistades eternas existían, pero después una buena amiga la traicionó; que creía que los grandes grupos no eran para ella, hasta que entró en uno; que se sentía en una jaula hasta que en la jaula encontró a iguales.
Esa chica era yo, hasta que aprendí a ver la diferencia entre una gran amistad y una buena amistad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario